Sobre lo real .
Si me preguntan ,
no me siento parte del mundo .
No tengo "los pies sobre la tierra".
Las cosas que sirven no me gustan,
no me interesan , ni me convocan.
Todo lo que amo es inútil.
Tan inútil como intangible.
Todo lo que amo es lejano.
Soy incapaz de salir , de trascender
mi propia esfera interior.
Sobrevivo sólo porque sueño ,
porque sí , porque la condena
de vivir es mayor al instinto
de seguir viviendo.
Tengo las manos vacías
y los bolsillos también.
Y me hundo cada vez más.
Y se vienen noches oscuras
que habré de soportar
entre el extrañamiento
y las formas enrevesadas
de los sueños .
No me siento parte de un mundo
que aplasta tu cara con su bota
que te doblega y te quebranta.
Si me preguntan ,
mis fuerzas son débiles
y no poseo nada .
Sólo poseo a las palabras,
las que nombran de mil formas
a la realidad que me es ajena
pero que me traspasa
mientras yo sigo impávida.
Alguna que otra vez tengo la sensación de ver el mundo que me rodea desde algún otro lugar, desde adentro mío, o como si espiase por las aberturas de los ojos de una máscara...
ResponderEliminarPero mi sensación es más una desfamiliarización de lo sensorial y los fenómenos. En tu texto creo entender más bien una visión banal o incluso terrible del mundo. ¡Pero no tener los pies sobre la tierra es mucho mejor que espiar desde atrás de una máscara, ja!