¿A qué le doy gracias?
A la magia de Pulp o Cerati.
A las ganas sorpresivas de cantar.
Al aroma a levadura o café
invadiendo los espacios.
A la acción de dejar la yerba
secarse al abrigo del sol.
A la manzanilla que florece en el cantero.
Al orden imperturbable de las alacenas.
A la autosuficiencia de poder
ser mi propia compañía.
A las amistades que interrumpen
mis monólogos interiores.
A fantasear
en las horas de vigilia.
A construir refugios
donde puedo descansar
en tiempos tan raros.
Comentarios
Publicar un comentario